De la importancia de la agenda médica hemos tenido ocasión de hablar con anterioridad, siendo un software que resulta imprescindible aplicar en el desarrollo de cualquier negocio relacionado con la medicina. Aún así, es conveniente ver un ejemplo práctico que nos permita entender mejor cuál es el papel que va a tener esta tecnología desde el momento en el cual la introduzcamos en nuestra clínica.
Control completo de la agenda médica
Pongámonos en la piel de un odontólogo con amplia experiencia que, hasta el momento, no ha encontrado una herramienta que se ajuste a sus necesidades. Finalmente, se decide a poner en marcha una herramienta de agenda médica ampliamente usada, motivado por su flexibilidad y versatilidad.
Lo primero que descubre es que en su mano se ponen una amplia serie de herramientas que le permiten simplificar el trabajo que hasta ahora había realizado mediante post-its, mensajes anotados y todo tipo de archivos de texto en el ordenador que normalmente no han hecho más que despistarle de información relevante.
Cuando comienza a ahondar en las funciones de la agenda, nota que se trata de una ramificación de lo que tiene en mente y lo que necesita para que su trabajo sea mucho más sencillo. En realidad se trata de un sistema que permitirá a este dentista concentrarse en lo que realmente valora de su empleo: ayudar y tratar a sus pacientes.
Su primer acto implica introducir a sus pacientes en el sistema de agenda para poder comenzar a gestionarlos. Utiliza los registros de los pacientes que ya han creado sus compañeros de la clínica y los introduce en su propio organigrama de citas. Esto le permite avisar a sus pacientes de los compromisos que tienen con él. Estos avisos los realiza mediante el envío de un mensaje SMS, lo que significa que no tiene que invertir tiempo en hacer llamadas, porque sus pacientes son avisados directamente desde el móvil.
De manera rápida, el horario que tiene por delante el profesional queda solucionado y eso le evita distracciones, así como que no tenga claro qué tiene que hacer en cada momento. Sabrá que tendrá un paciente a las 17:00 y que a las 18:30 tendrá otro antes de terminar la jornada.
Pacientes mejor informados gracias al sistema de agenda médica
El sistema de agenda que ha comenzado a usar este profesional tiene más ventajas de las que puede imaginar a primera vista. Una de las más interesantes se encuentra relacionada con la forma en la cual los pacientes pasan a tener un nuevo nivel de comunicación e interacción con la clínica.
Los pacientes que ya estén registrados en la herramienta y que hayan comenzado el tratamiento, podrán acceder a una importante información que les ayudará a aumentar su confianza con el odontólogo y con la clínica en general. Esto incluye gráficos con los que podrán conocer cuál está siendo su evolución desde el momento en el cual comenzaron a ser tratados. También pueden encontrar los informes de sus pruebas, los resultados de análisis o cualquier otro detalle que puedan estar interesados en conocer mientras están pasando por el tratamiento. Esto evitará que el profesional tenga que proporcionar estos documentos e información a los pacientes, quienes ya dispondrán de esa información de antemano.
Desde la sección en la que el profesional conecta con el cliente, una zona de encuentro conocida como Portal del Paciente, los odontólogos también pueden publicar comentarios para que los pacientes los reciban. Son principalmente recomendaciones sobre cómo deben tratarse las heridas o los resultados de alguna intervención por la que hayan sido tratados recientemente. Esto ofrece una mejoría en el grado de atención al paciente y termina siendo beneficioso también para el profesional.
Por otro lado, todo lo que ocurre en su agenda también está conectado con su perfil de Google Calendar, para que el horario y su planning estén sincronizados en todo momento y se reduzcan al mínimo los errores. Estos serían parte de los beneficios de los que se aprovecha el odontólogo, en este caso, y lo que le permite dedicar la mayor parte de su tiempo a los pacientes y no a tareas de gestión que deberían ocupar una mínima parte de su vida laboral.
