¿Qué es el consentimiento informado?

El universo de la medicina y la ciencia representa un escenario muy delicado. Los médicos y los científicos esperan brindarles lo mejor a los pacientes y por ello se realizan investigaciones severas, al igual que se toman medidas de precaución cada vez que se va a realizar un procedimiento.

En una cirugía, por ejemplo, antes de que el paciente reciba la intervención médica, se le exige a esta persona que firme el consentimiento informado, el cual se presenta como una autorización donde éste mismo es consciente del impacto que puede traer para sí la operación y las consecuencias negativas que ello pueda producir.

¿Cuándo usamos un Consentimiento Informado?

En el caso de las cirugías, por ejemplo, este tipo de autorización pretende comunicar al paciente los riesgos que pueden surgir derivados de la intervención, de manera que el paciente los conoce y asume y afirma querer someterse a dicha intervención. De esta manera, tanto el médico como el paciente son conscientes del impacto que puede generar en la salud la intervención clínica que se realizará.

Lo mismo ocurre para una investigación científica sobre algún tipo de medicamento en desarrollo o cualquier otro proyecto donde sea necesario experimentar con personas para estudiar los efectos y causas de una enfermedad.

¿Cómo surgió el Consentimiento Informado?

El concepto del consentimiento informado surgió a partir del año 1947, en el Código de Núremberg, tras ser analizados los crímenes a la humanidad que cometieron los científicos nazis a través de los prisioneros de guerra en los denominados campos de concentración.

El concepto ha ido evolucionado con el paso de las décadas, además de toda una estructura en materia de legislaciones a nivel nacional e internacional. Además, se deben tener en cuenta también los protocolos de cada clínica, hospital o ambiente de investigación que emplea este recurso.

Las características principales que definen la lógica del consentimiento informado tienen como pilares fundamentales los conceptos de: capacidad, voluntariedad, información y comprensión. Hablaremos de cada pilar para poder entenderlos de una manera más conveniente:

1. Capacidad

Es decir, que la persona en cuestión que ha decidido participar en una investigación científica o someterse a un procedimiento quirúrgico es libre de tomar decisiones y se hace responsable de éstas.

Esto también se aplica en el caso de los menores de edad, donde el aspecto de la patria potestad de los padres tiene autoridad suficiente para validar la disposición que tienen sus hijos de participar en una cuestión así.

2. Voluntariedad

Este aspecto es muy importante a tener en cuenta, ya que trae consigo toda la entereza de ánimo y convicción por parte de la persona para firmar el consentimiento informado aceptando las condiciones en las que se encuentra, y asegurando que no es una persona que se haya prestado para el proceso de estudio o intervención como fruto de una persuasión o manipulación.

3. Información

Algo fundamental por parte de la comunidad médica a la hora de brindar una idea concreta sobre todo lo que va vivir el paciente en cuestión.

Esta información debe ser totalmente veraz, ya que le permite a la institución médica y/o científica cubrirse las espaldas en caso de que se presente un error fatal o cualquier otra consecuencia negativa. En este caso, debería poderse llegar a un consenso gracias a lo escrito dentro de lo que podríamos estimar como un contrato.

4. Comprensión

Finalmente, ya en este punto, el paciente debe ser totalmente objetivo y asimilar de manera integral toda la responsabilidad que recae sobre él al decidirse por la intervención. Se asume al firmar el consentimiento informado que dicha persona ha tenido una total comprensión de a lo que está expuesto tras aceptar las cláusulas en dicho documento legal.

La finalidad del consentimiento informado es llegar a un acuerdo previo, evitando procesos legales y demandas millonarias por algo tan serio como lo es la salud de una persona. Aún así, este tipo de consentimiento también ofrece la posibilidad del concepto de derecho de rechazo, a través del cual el paciente puede argumentar, con el documento legal del consentimiento, que alguno de sus derechos fue negado, lo que a su vez se vio reflejado en un problema para su integridad física o mental.

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